Ilustración Americana
Periódico ilustrado del siglo XIX, de publicación semanal. Las oficinas centrales se localizaban en New York. Cada miércoles salía a la luz pública y asimismo se remitía a través de vapores a Cuba, México y la costa del Pacífico; los agentes encargados de la distribución en nuestro país fueron Juan Abadano y B.C. Barksdale. El precio de suscripción anual fue de $12 oro americano.
Fue fundado por el británico Henry Carter quien más tarde adoptó el seudónimo de Frank Leslie. Durante 70 años (de 1852 hasta 1922) informó del acontecer cotidiano. Tenía un formato berlinés, la temática versaba sobre literatura, artículos descriptivos de países, biografías de personajes célebres, galería de americanos notables, ciencias y política. Incluía dos secciones fijas: "Lecciones orales del abuelo", la cual detallaba narrativamente y de manera muy amena, las costumbres y tradiciones de una época histórica determinada, secundándole una sección de avisos.
Destacados artistas decimonónicos como Zacharie Noterman, Thomas Nast, Charles Maurand, Henri-Théophile Hildebrand, Charles Laplante y E. Roevens, fueron los encargados de ilustrar las páginas con deslumbrantes grabados en madera, algunos incluso a color, entonces peculiares y escasos en los periódicos de la época. Thomas Nast era considerado uno de los padres de la caricatura política; a él se le adjudica la creación del dibujo de Santa Claus; el primer esbozo del personaje lo estampó en el periódico semanal Harper, en 1862.
Algunos ejemplares de Ilustración Americana, pertenecen al Fondo Bibliográfico "Arquitecto Carlos Lazo Barreiro", por sus dimensiones de contenido informativo y por el esplendor de sus grabados.
Fue fundado por el británico Henry Carter quien más tarde adoptó el seudónimo de Frank Leslie. Durante 70 años (de 1852 hasta 1922) informó del acontecer cotidiano. Tenía un formato berlinés, la temática versaba sobre literatura, artículos descriptivos de países, biografías de personajes célebres, galería de americanos notables, ciencias y política. Incluía dos secciones fijas: "Lecciones orales del abuelo", la cual detallaba narrativamente y de manera muy amena, las costumbres y tradiciones de una época histórica determinada, secundándole una sección de avisos.
Destacados artistas decimonónicos como Zacharie Noterman, Thomas Nast, Charles Maurand, Henri-Théophile Hildebrand, Charles Laplante y E. Roevens, fueron los encargados de ilustrar las páginas con deslumbrantes grabados en madera, algunos incluso a color, entonces peculiares y escasos en los periódicos de la época. Thomas Nast era considerado uno de los padres de la caricatura política; a él se le adjudica la creación del dibujo de Santa Claus; el primer esbozo del personaje lo estampó en el periódico semanal Harper, en 1862.
Algunos ejemplares de Ilustración Americana, pertenecen al Fondo Bibliográfico "Arquitecto Carlos Lazo Barreiro", por sus dimensiones de contenido informativo y por el esplendor de sus grabados.
México viejo y anecdótico
Obra histórica que recorre los cuadros costumbristas del México colonial, escrita por Luis González Obregón; escritor, historiador, bibliotecario, cronista vitalicio de la ciudad de México y general de brigada durante la Revolución mexicana.
González Obregón estudió en la Escuela Nacional Preparatoria, recibió clases de Ignacio Manuel Altamirano, de quien aprendió la pasión y el arte de recrear la historia como si fuera un viaje interminable de cuentos y leyendas, que nos llevan de los hechos verídicos hacia la cotidianidad. En 1885, al lado de otros grandes intelectuales, fundó el Liceo Mexicano Científico y Literario que subsistió hasta 1894; colaboró en el Museo Nacional de Antropología. En 1911 se le encargó la Comisión Reorganizadora del Archivo General de la Nación; más tarde, asumió la dirección del AGN hasta 1917. Asimismo, ingresó como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia Mexicana de la Historia, presidió esta última de 1919 a 1922. Antes de fallecer –el 19 de junio de 1938, en la ciudad de México– una ceguera le impidió seguir escribiendo sobre la vida costumbrista y anecdótica del México virreinal.
El fondo bibliográfico del gran escritor, custodiado en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, está conformado por más de 10 mil volúmenes; sobresalen 500 obras con dedicatorias autógrafas de otros intelectuales, señal inequívoca de que fue amigo de sus pares.
El ejemplar de México viejo y anecdótico, es invaluable porque ostenta una dedicatoria autógrafa del autor para el médico Ricardo César Margáin, y por acompañarse de un "testigo": un recorte de periódico que habla de la venta de Palacio Nacional hace ya algunos siglos, pertenece al Fondo Bibliográfico "Arquitecto Carlos Lazo Barreiro" y es un buen ejemplo para hablar de la majestuosa facilidad que tuvo "Ronzalitos" –como cariñosamente le llamaban sus allegados– de indagar en las fuentes documentales hasta "hallar" el hecho histórico.
González Obregón estudió en la Escuela Nacional Preparatoria, recibió clases de Ignacio Manuel Altamirano, de quien aprendió la pasión y el arte de recrear la historia como si fuera un viaje interminable de cuentos y leyendas, que nos llevan de los hechos verídicos hacia la cotidianidad. En 1885, al lado de otros grandes intelectuales, fundó el Liceo Mexicano Científico y Literario que subsistió hasta 1894; colaboró en el Museo Nacional de Antropología. En 1911 se le encargó la Comisión Reorganizadora del Archivo General de la Nación; más tarde, asumió la dirección del AGN hasta 1917. Asimismo, ingresó como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia Mexicana de la Historia, presidió esta última de 1919 a 1922. Antes de fallecer –el 19 de junio de 1938, en la ciudad de México– una ceguera le impidió seguir escribiendo sobre la vida costumbrista y anecdótica del México virreinal.
El fondo bibliográfico del gran escritor, custodiado en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, está conformado por más de 10 mil volúmenes; sobresalen 500 obras con dedicatorias autógrafas de otros intelectuales, señal inequívoca de que fue amigo de sus pares.
El ejemplar de México viejo y anecdótico, es invaluable porque ostenta una dedicatoria autógrafa del autor para el médico Ricardo César Margáin, y por acompañarse de un "testigo": un recorte de periódico que habla de la venta de Palacio Nacional hace ya algunos siglos, pertenece al Fondo Bibliográfico "Arquitecto Carlos Lazo Barreiro" y es un buen ejemplo para hablar de la majestuosa facilidad que tuvo "Ronzalitos" –como cariñosamente le llamaban sus allegados– de indagar en las fuentes documentales hasta "hallar" el hecho histórico.
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